Posts

Reconocimiento del terreno

Desde hace algunas semanas me encuentro buscando imágenes de Caracas en Google para alimentar mi nostalgia. Sé que la ciudad que dejé en enero hoy está peor. Mucho peor. Pero es imposible no extrañarla. Siento que vivo lo que millones de migrantes experimentan cuando dejan su tierra. ¿El problema? Yo no quería irme. Estoy afuera porque la pandemia me encerró en otro país.  Donde me encuentro no hay ni un octavo de los edificios que tiene mi ciudad. No hay museos, teatros ni librerías como las de casa. De hecho, no hay nada. Incluso en tiempos no pandémicos, la vida aquí es aburrida. Poco para hacer, gente hostil y demasiado calor. De lo que sí hay mucho, pero es algo interno, es ansiedad. 

I

Como cualquier diario, este no busca ser leído por nadie. De hecho, es para mí nada más. Pero, me temo, que es imposible escribir sin tener un lector en mente. ¿A  quién le escribo, entonces? A veces pienso que son personas sin rostro, no les atribuyo demasiadas cualidades porque eso puede obnibular mi juicio. Es gente que no opina sobre mi trabajo ni lo que ha ocurrido. Es más, puedo ver esto como un monólogo. Será algo así como si le contara a un psicólogo x, y o z vivencia.  Bye, y'all.